A través del retrato, el pintor chalaco explora en los márgenes de la sociedad la marca de nacimiento de aquel otro, nuestro prójimo. Esta entrevista recoge las lecturas de Buntinx y León-Xjimenez para ahondar en su conmovedora obra.
Gustavo Buntinx destaca que tu acercamiento a la marginalidad es empático pero no complaciente, y considera esencial que así sea en los tiempos actuales. ¿Qué piensas de eso?
El comentario de Gustavo es muy acertado porque mi acercamiento a la marginalidad es más hospitalario que tolerante. Más que acercamiento pienso que es como un reconocimiento. Digo hospitalario porque, a diferencia de tolerarlo, soportarlo o anularlo, lo priorizo. Trato de resaltarlo en mi obra. Y claro que es esencial en estos tiempos en que la idea de conjunto, de población se está perdiendo. Cada vez todo se vuelve más individual. Por eso, hasta parece muy revolucionario hacer algo por el otro o pensar en comunidad.
Por otro lado, Carlos León-Xjimenez describe tu obra como «una trampa visual» para incidir en los territorios de criminalidad, lucha de poder, reclamo de espacios y venganza. ¿Cómo creas este lenguaje visual y qué poder tiene para acercar a la audiencia?
Lo que comenta Carlos sobre las trampas visuales y la incidencia en territorios de criminalidad se refiere a que el espacio del arte o de las prácticas artísticas aguantan todo. Es como una zona liberada. Te permite desplegar este tipo de escenarios marginales y proponer nuevas lecturas y cuestionamientos. Mi obra se construye desde ahí. Desde ese escenario periférico, pero muy cotidiano. Como respuesta al contexto y a las circunstancias diarias. El retrato es la forma más legítima que tengo para representar estas ideas: la identidad de territorio y la otredad.
¿Cuéntanos la historia detrás de alguno de los personajes y calles que has retratado en El otro paisaje?
Los personajes que escojo para El otro paisaje son en su mayoría niños y adolescentes que capturé con el celular en recorridos por el barrio de Castilla [en el Callao] y alrededores. Algunos son conocidos, otros son desconocidos. Pero todos con la misma realidad dura y difícil. Las firmas y los grafitis refuerzan la idea de territorio marcado.
Sobre la elección de la cita «El otro tiene una carencia constitutiva que hace que uno lo deje afuera, ¡por eso viene y molesta! Porque le falta», de Darío Zstajnszrajber, ¿a qué se debe?
Escogí la cita de Dario Sztajnszrajber porque define al otro de forma muy clara. Le asigna una marca de nacimiento, que lo arrima, como un sello imborrable y reconocible para la sociedad o para el supuesto orden de la sociedad.
Casa Fugaz, espacio 115: Jirón Constitución 250 - Monumental Callao.
Horario: Martes a domingo de 11 am a 6 p.m.
Visita guiada: domingo 7 de abril a las 12 pm
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